Hora Intermedia

V. Dios mío, ven en mi auxilio
R. Señor, date prisa en socorrerme. 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

HIMNO

Fundamento de todo lo que existe,
de tu pueblo elegido eterna roca,
de los tiempos Señor, que prometiste
dar tu vigor al que con fe te invoca.

Mira al hombre que es fiel y no te olvida,
tu Espíritu, tu paz háganlo fuerte
para amarte y servirte en esta vida
y gozarte después de santa muerte.

Jesús, Hijo del Padre, ven aprisa
en este atardecer que se avecina,
serena claridad y dulce brisa
será tu amor que todo lo domina. Amén.

SALMODIA 

Ant. 1. 
Saulo, hermano: Jesús el Señor, que se te apareció en el camino, me envía para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo. 

Salmo 118, 81-88
XI (Kaf)

Me consumo ansiando tu salvación,
y espero en tu palabra;
mis ojos se consumen ansiando tus promesas,
mientras digo: "¿Cuándo me consolarás?"
Estoy como un odre puesto al humo,
pero no olvido tus leyes.
 
¿Cuántos serán los días de tu siervo?
¿Cuándo harás justicia de mis perseguidores?
Me han cavado fosas los insolentes,
ignorando tu voluntad;
todos tus mandatos son leales,
sin razón me persiguen, protégeme.
 
Casi dieron conmigo en la tumba,
pero yo no abandoné tus decretos;
por tu bondad dame vida,
para que observe los preceptos de tu boca.

Ant. Saulo, hermano: Jesús el Señor, que se te apareció en el camino, me envía para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo. 

Ant. 2. En el viaje, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo envolvió a Saulo con su resplandor.

Salmo 60
ORACIÓN DE UN DESTERRADO
Oración del justo que espera la vida eterna (S. Hilario).

Dios mío, escucha mi clamor,
atiende a mi súplica;
te invoco desde el confín de la tierra
con el corazón abatido:
 
llévame a una roca inaccesible,
porque tú eres mi refugio
y mi bastión contra el enemigo.
 
Habitaré siempre en tu morada,
refugiado al amparo de tus alas;
porque tú, oh Dios, escucharás mis votos
y me darás la heredad de los que veneran tu nombre.
 
Añade días a los días del rey,
que sus años alcancen varias generaciones;
que reine siempre en presencia de Dios,
que tu gracia y tu lealtad le hagan guardia.
 
Yo tañeré siempre en tu honor,
e iré cumpliendo mis votos día tras día.

Ant. En el viaje, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo envolvió a Saulo con su resplandor.

Ant. 3. Dijo el Señor a Saulo: «Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues».

Salmo 63
SÚPLICA CONTRA LOS ENEMIGOS
Este salmo se aplica especialmente a la pasión del Señor (S. Agustín).

Escucha, oh Dios, la voz de mi lamento,
protege mi vida del terrible enemigo;
escóndeme de la conjura de los perversos
y del motín de los malhechores:
 
afilan sus lenguas como espadas
y disparan como flechas palabras venenosas,
para herir a escondidas al inocente,
para herirlo por sorpresa y sin riesgo.
 
Se animan al delito,
calculan cómo esconder trampas,
y dicen: "¿quién lo descubrirá?"
Inventan maldades y ocultan sus invenciones,
porque su mente y su corazón no tienen fondo.
 
Pero Dios los acribilla a flechazos,
por sorpresa los cubre de heridas;
su misma lengua los lleva a la ruina,
y los que lo ven menean la cabeza.
 
Todo el mundo se atemoriza,
proclama la obra de Dios
y medita sus acciones.
 
El justo se alegra con el Señor,
se refugia en él,
y se felicitan los rectos de corazón.

Ant. Dijo el Señor a Saulo: «Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues».

TERCIA

LECTURA BREVE 1Tm 1, 12-13 

Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, que me hizo capaz, se fió de mí y me confió este ministerio. Yo primero fui blasfemo y perseguidor, e inferí ultrajes; pero fui acogido con toda misericordia, porque obré por ignorancia, en el tiempo de mi incredulidad. 

V. Estad alegres, dice el Señor. 
R. Porque vuestros nombres están inscritos en el cielo. 

ORACIÓN 

Señor Dios, que has iluminado al mundo entero con la palabra del apóstol san Pablo, haz que quienes recordamos hoy su conversión, imitando sus ejemplos, anunciemos el Evangelio al mundo y seamos así testigos de tu verdad. Por Cristo nuestro Señor. 

SEXTA

LECTURA BREVE 1Tm 1, 14-15 

El Señor derrochó su gracia en mí, dándome la fe y el amor en Cristo Jesús. Podéis fiaros y aceptar sin reserva lo que os digo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero.

V. Señor, tú eres mi lámpara. 
R. Dios mío, tú alumbras mis tinieblas. 

ORACIÓN 

Señor Dios, que has iluminado al mundo entero con la palabra del apóstol san Pablo, haz que quienes recordamos hoy su conversión, imitando sus ejemplos, anunciemos el Evangelio al mundo y seamos así testigos de tu verdad. Por Cristo nuestro Señor. 

NONA

LECTURA BREVE 1Tm 1, 16 

Dios se compadeció de mí: para que en mí, el primero, mostrara Cristo Jesús toda su paciencia, y pudiera ser modelo de todos los que creerán en él y tendrán vida eterna.

V. Daré gloria a tu nombre por siempre, Señor. 
R. Por tu grande piedad para conmigo. 

ORACIÓN 

Señor Dios, que has iluminado al mundo entero con la palabra del apóstol san Pablo, haz que quienes recordamos hoy su conversión, imitando sus ejemplos, anunciemos el Evangelio al mundo y seamos así testigos de tu verdad. Por Cristo nuestro Señor. 
 
CONCLUSIÓN 

V.
 Bendigamos al Señor. 
R. Demos gracias a Dios.